EL IMPRESIONISMO

Publicado por victoria.buslowicz on 1:31 p. m.

Como contrapunto a los movimientos pictóricos desarrollados durante el XIX (neoclasicismo, romanticismo y realismo), al final del tercer cuarto del siglo surge el IMPRESIONISMO. Como consecuencia de los sucesivos rechazos a sus obras por parte del Salón, un grupo de autores decidió organizar una exposición colectiva privada en 1874. Fue allí donde CLAUDE MONET exhibió la famosa obra titulada “Impresión Sol naciente”, que dio origen al nombre de Impresionismo, impuesto con sentido despectivo por el crítico Louis Leroy. Aquella pintura aportaba dos novedades fundamentales, que se convertirán en características definitorias del movimiento impresionista.

CONTEXTO HISTÓRICO

París fue el centro creador fundamental de la pintura a lo largo del siglo XIX. En esta capital residían y trabajaban artistas de todos los países y es en ella donde germinan y evolucionan los movimientos artísticos de la pintura contemporánea, sustituyendo en este sentido la importancia que tuvo Italia en las centurias anteriores. Triunfar en París suponía para un artista el reconocimiento oficial de su valía en el arte actual. La difusión de las nuevas corrientes pictóricas se realiza a través de múltiples talleres y exposiciones.

Sin embargo, la pintura del siglo XIX seguía estando determinada por la estética academicista y oficialista, representada por los pintores seguidores del neoclásicismo, que seguían defendiendo la superioridad de la línea sobre el color.

Además, el Salón (lugar destinado a la exhibición pública de obras de arte) seguirá dominado por unas directrices totalmente academicistas que producirán un aluvión de rechazos, apartando todo lo que llevara la marca de originalidad personal.

Aun así, el estado de ánimo revolucionario que dominaba el ambiente chocaba brutalmente con la realidad oficial. En medio de este contexto surgirá el movimiento impresionista como reacción a la estética academicista y oficialista, lo que les llevará a mantener una encarnizada lucha para ser reconocidos.

El impresionismo se presenta como una prolongación del realismo. Nace bajo su influencia y adopta, como él, los temas de la vida cotidiana. Se situa en la cumbre de los estudios pictóricos sobre la luz que se vienen llevando a cabo desde el renacimiento, y propone cuadros luminosos en antitesis con los sepias consagrados por la tradición.
Los realistas mostraban aspectos serios de la sociedad. Los impresionistas lo hacen pocas veces aúnque magistralmente como en este cuadro de Caillebotte donde se estudia el trabajo de los carpinteros. Prefieren enfocar los momentos gratos de la vida como son los placeres: jardines, fiestas, restaurantes, paseos, baños...
La luz, alegre o agobiante, domina sus cuadros gracias al culto a los reflejos ( agua, espejos), a la abundancia de colores claros y brillantes y a la casi ausencia de negros: fieles a los descubrimientos de Constable, trabajan a fuera cuando el tema lo requiere, y pintan las sombras a todo color. Como él, también tratan de capturar "el momento".
Estimulados por la ciencia, escogen no mezclar los colores en la paleta dejando el trabajo de fusión al ojo del espectador: usan colores puros que aplican uno al lado del otro en pequeñas pinceladas.
El resultado afecta la definición de las formas. Estas tienden a una desintegración que la burguesía contemporánea resiente como un ataque a sus valores.
La cercanía de la cámara fotográfica, por otro lado, justifica el esfuerzo de los impresionistas para salirse del estrecho marco de la representación a la vez que les abre nuevas...perspectivas: como ella, los pintores impresionistas buscan ángulos nuevos para capturar la vida, especialmente el espectáculo de la ciudad.
El impresionismo solo pretende transmitir la impresión del pintor. Es por lo tanto subjetivo, a la diferencia del realismo.

CLAUDE MONET es quien verdaderamente define el impresionismo. Lo mismo que todos los pintores impresionistas, Monet se formó en el realismo, aunque tras evolucionar hacia el impresionismo, le será fiel hasta el fin de sus días. Monet nos muestra en diferentes series de cuadros como LA CATEDRAL DE ROUEN, ACANTILADOS, NINFEAS etc., el efecto cambiante de la luz solar en las diversas horas del día, así como en las diferentes circunstan­cias atmosféricas. Otras obras suyas son IMPRESIÓN, SOL NACIENTE (que dio nombre a la corriente pictórica impresionista de fines del siglo XIX) y LA ESTACIÓN DE SAINT- LAZARE.

Claude Monet, Impresión: soleil levant, 
1872–1873 (París, Museo Marmottan Monet).
Monet pintó el sol casi con la misma luminancia del cielo, una condición que sugiere humedad alta y atenuación atmosférica de la luz. Este detalle descansa sobre el uso de colores complementarios y variedad de temperaturas de color, en lugar de cambios de intensidad o valores contrastantes, para diferenciar el sol del cielo circundante. La pintura trata el valor de contraste simultáneo de los colores, situando tonos cálidos sobre otros opuestos que permiten resaltar, en la retina del espectador, unos tonos sobre otros. La vaporización será el elemento fundamental que invade la superficie, destacando esa humedad que invade la obra y que atenúa las tonalidades, es decir, el color se condiciona a esta atmósfera húmeda. El principal objetivo al que intentaba llegar Monet con esta obra es provocar una impresión en el espectador, por lo que nos encontramos con la importancia que se atribuye al espectador en el impresionismo. Las pinceladas son un tanto libres, rápidas y directas, reduciendo los elementos del cuandro a una simplificación aparente, tal y como se contempla en los reflejos del agua.

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