EL FAUVISMO

Publicado por victoria.buslowicz on 6:21 p. m.

El fauvismo fue un movimiento pictórico francés de escasa duración. Se desarrolló entre 1904-1908 aproximadamente. La aportación principal de éste, una de las primeras vanguardias del siglo XX, fue la búsqueda de la capacidad expresiva del color.

El movimiento fauve reunía a un grupo de pintores que querían liberar al color de los condicionamientos derivados de la apariencia natural y de la percepción impresionista.

Los fauvistas creían que a través de los colores podían expresar sentimientos y este pensamiento condicionó su forma de pintar. No buscan la representación naturalista, sino realzar el valor del color en sí mismo. Por ello, rechazaron la paleta de tonos naturalistas empleada por los impresionistas a favor de los colores violentos para crear un mayor énfasis expresivo.

Emplearon una pincelada directa y vigorosa, con toques gruesos, sin mezclas, evitando matizar los colores. Las figuras resultan planas, lineales, encerradas en gruesas líneas de contorno. Sus creaciones respondían a un ejercicio de sintetización, buscan la máxima intensidad emocional combinada con la máxima simplificación de elementos. Por ello renuncian a la perspectiva clásica, al claroscuro y al modelado de los volúmenes. La luz tiende a desaparecer y con ella la profundidad. Sus temas son retratos, naturalezas muertas, personajes en interiores, paisajes hermosos.

· CARACTERÍSTICAS:
· El fundamento de este movimiento es el color liberado respecto al dibujo, exaltado de contrastes cromáticos. Los artistas fauves van a jugar con la teoría del color: ésta se va a basar, principalmente, en entender que colores son primarios, cuales son secundarios y cuales los complementarios. Al entender esto, se va a conseguir una complementariedad entre colores, lo que producirá un mayor contraste visual, una mayor fuerza cromática.

· En esta búsqueda tan marcada por el color, van a olvidarse otros aspectos como el modelado, el claroscuro, la perspectiva la va a traducir en el uso de toques rápidos, vigorosos, los trazos toscos y discontinuos, la distorsión, es decir, todo lo contrrio aquello que da la sensación de espontaneidad. Parece como si no supieran pintar, como si hicieran sus obras de cualquier manera.

· Otra característica de esta pintura es su intención de expresar sentimiento (algo que ya vimos en su momento con los Nabis). Esto es importante porque tendrá una percepción de la naturaleza y de lo que les rodea en función de sus sentimientos.

· El dibujo será un aspecto secundario para estos artistas, sin embargo, Matisse no se va a olvidar de él. También va a destacar un aspecto decorativo y líneas onduladas.

· Defienden una actitud rebelde, de transgredir las normas con respecto a la pintura. Buscan, en definitiva, algo diferente, que les haga avanzar en el ámbito artístico.

ARTISTA ELEGIDO : HENRI MATISSE (1869-1954)
Matisse descendía de una familia de comerciantes de cereales. Empezó a pintar en 1890, año en que abandona sus estudios de jurisprudencia. En París se inscribe en la Academia Julien y luego en la Academia de Bellas Artes digirida por Moreau, que proponía que no se copiaran las obras de modo mimético. En el Louvre frecuentó a los grandes maestros, e incluso llegó a copiar sus cuadros. Pronto puso en tela de juicio la noción de estricta imitación de la realidad. Matisse apuesta por la esencia y no tanto por la apariencia de realidad fotográfica.

     Para él el color es el que da entidad a la pintura, el color puede desempeñar el papel de dibujo, de perspectiva, de sombra de volumen... . Observa que la vida es color y lo plasma en su pintura. La supresión de sombras y su sustitución por colores puros hace que la pintura brille más que nunca. Matisse dibuja con el color y lo distribuye en el espacio de modo que éste quede sugerido sin que se produzcan las deformaciones de la perspectiva.

     El arte de Matisse es amable, de gran luminosidad, apacible, pero no por ello ingenuo, sino de gran virtuosismo e inteligencia. Sus ventanas se abren al silencio, y la luminosidad no provoca sombras, ni degradaciones, sino que se mantiene en un estado de plenitud y de serenidad que oculta el esfuerzo realizado. En sus obras vuelca la alegría de la meditación, exenta de inquietudes. Su obra es un resultado de orden, imaginación, disciplina y libertad.

Propone un arte calmado que reconforte al hombre fatigado, que lo serene. Su espíritu domina sobre la obra. Su arte es un camino hacia la profundidad de sí mismo, llegados a esta meta, descubrimos el silencio.

Matisse trabaja a base de amplias áreas de color, mostrándose con ello heredero de Gauguin. La pintura se hace presente a través del grumo y del empaste, sentimos la pintura como materia. La mancha plana de color provoca en nosotros un valor plástico y figurativo. Matisse construye sobre el color.

 Madame Matisse, La Línea Verde 1905.
Óleo sobre lienzo.
Statens Museo de Arte, Copenhague, Dinamarca
Madame Matisse aparece tocada con un elegante sombrero, girada en tres cuartos y dirigiendo su profunda mirada hacia el espectador. El intenso colorido se convierte en el protagonista, aplicado con largas y empastadas pinceladas que recuerdan al impresionismo. Los colores son arbitrarios, rompiendo con la estructura habitual del color, siguiendo a Cèzanne. Así, en el rostro de la dama apreciamos toques de color lila, verde, azul o amarillo. El resultado es una obra cargada de elegancia e intensidad, en la que el espectador disfruta de la estridencia tonal que identifica el estilo fauvista, y especialmente de Matisse. En su cara traza una bisectriz de color verde dividiendo el cuadro en dos mitades. Su lado derecho repite el color verde que la divide, mientras que el izquierdo repite los tonos de su vestido. Esta Línea actúa como una sombra divisora artificial formando un lado más claro y otro mas oscuro, en términos cromáticos un lado mas fresco y uno mas caliente. La Luz natural esta dirigida directo a los colores y las gruesas pinceladas le dan una imagen dramática.

Video ilustrativo Henry Matisse







 

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